domingo, 30 de agosto de 2009

Mirando al Cielo ....



Un día, salí por el pasadizo de mi casa que da para la calle, eran las 8 y media de la noche y mire al cielo… nunca me había puesto a pensar que era tan amplio, que las estrellas tan pequeñas podían parpadear tan fuerte, que nosotros a años luz de distancia podamos presenciarlas.

Me sentí tan pequeñito… como una hormiga que miraba al sol, tan débil, tan perdido.

En ese momento me vinieron muchas cosas a la mente, cosas que nunca se me ocurrieron; me pregunté si algún día alguien iba a poder llegar tan lejos.

Luego miré la cuadra buscando a alguien y encontré solo un basurero trabajando y al vigilante del colegio de al frente durmiendo en su turno.

Y en mi mente pensé, no, creo que no hay nadie que llegue tan lejos, me puse triste, pues pensé que teníamos un límite…Busqué de nuevo alguien, y nada… solo una hormiga trepándome la zapatilla. La pateaba, sacudía y no se soltaba, quería cruzar mi zapatilla cual hombre trepa una montaña… Ese fue el quid de esa noche… encontré ese alguien que iba a llegar así de lejos, la hormiguita.

Ella no tenía como propósito cruzar mi zapatilla, ella quería llegar al otro lado y seguir avanzando.
Entonces deduje que el propósito de todos no es cruzar el obstáculo y listo; El propósito es ir muy lejos, ir al horizonte, a las estrellas que miré en el cielo. Fue un momento muy educativo, fue como que la hormiga me haya dado una lección de vida.
Miré al cielo de nuevo y pensé que yo también seré como la hormiga, y no me pondré una meta límite, subiré y subiré, explorando e indagando nuevos horizontes sin salirme de mi camino.
Muy cansado a eso de las 8:45 p.m. me metí a mi casa, me recosté en mi cama y me puse a dormir pensando en un futuro muy lejano donde seguía avanzando cual hormiga al horizonte, cual hombre a las estrellas.

1 comentario:

  1. Bien. Anímate a leer un libro... como dice nuestro amigo Vincent Van Gogh, "un libro libera y acompaña..."

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